Metabolismo Energético para las Células de la Piel:
Las células de la piel requieren energía constante para funciones como la renovación celular, la reparación y la protección contra factores de estrés ambiental. El NAD+ actúa como aceptor de electrones en la fosforilación oxidativa, proporcionando la energía necesaria para estos procesos.
Apoyo a la Reparación del Daño en el ADN (DDR):
La piel contiene células muertas que necesitan una renovación regular, lo que implica replicación y reparación del ADN. El NAD+ es esencial para la reparación por escisión de nucleótidos (NER), una vía crítica de DDR en las células de la piel, ayudando a reparar el ADN dañado y proteger el genoma.